noviembre 19, 2010

Un día después

La droga que me consume el interior lentamente, que quema y carcome mi cerebro… Anoche mi sangre hervía y quemaba todo mi cuerpo. Anoche quise enloquecer y arrancarme la piel, para que el ardor cesara. No supe como explotar mi pecho sin hacer el mínimo ruido, para que tu no despertaras. Para que siguieras quieta, ahí… que es la única manera de tenerte cerca.

Mi pulso se aceleraba y la cabeza me daba vueltas… “respira”, pensé, “respira, mañana todo estará bien”… los segundos parecían horas, la noche fue eterna… Tu calor me quemaba, incomodaba hasta los huesos… Desee que amaneciera para verte partir, para que desaparecieras por fin de mi vida…

… Después, esa sensación…

“no te vayas”…

Ahora, mi cerebro no reacciona, como siempre que estas ausente… El terrible sentimiento de resaca, en el cual me juro a mi misma que puedo y debo dejarte… que no hay porque seguir torturando y destrozando mi interior… mi pecho esta muy cansado y mi alma por el suelo… Lo he decidido!!... Solo espero el momento indicado.

Al siguiente día, el síndrome de abstinencia se hace presente, algo que altera mis nervios, que hace que un cigarrillo no sea suficiente, ese deseo incontrolable de volver a verte… En mi demencia provisional logro preguntarme… “Porque? Porque la quieres contigo?, el desgaste que estas sufriendo es tan impresionante como la erosión de alguna montaña… porque destruirte?...”
Y todo se reduce a un silencio interno…

y el dolor de ese nudo que aprieta mi garganta…

“la necesito”…

Tiro de Gracia

Mujer de ojos calidos y sonrientes, de aroma dulce y cuerpo alargado

Bestia insensible que sobrepasa mi llanto y ahoga los recuerdos en besos pasados.

Sabes que me haz lastimado, que devoras almas, que robas el aliento y tomas posesión de un trono imaginario.

Suaves besos húmedos, aprisionando el duelo que cargo desde aquel día en el que te fugaste con aquel mortal inestable que corrompe tu cuerpo con enajenaciones terrenales… ese cuerpo que amo como si fuese la vida que me ha tocado cuidar.

Ella…
Incauta criatura ignorante que destroza su vida sumergiéndose en licor barato y disturbios existenciales para que las miradas se posen en su triste imagen de semblante melancólico y decadente. Ladrona de almas, tu joven espíritu es lo mas triste de todo, equivocas el amor con la posesión. Criatura enferma y descuidada, te haz llevado aquel valioso tesoro que guardaba en el lugar mas seguro, el reino invisible que poseo.

Tu…
Dulce vida que te vas, hacia el lugar equivocado… Vuelve!!! Ven y da una oportunidad para no dejar marchitar la explosión de mi cuerpo…

…cuerpo…
Cuerpo mortal que me impide llegar hacia donde estas tu… Te odio y te amo.

Te odio porque eres un limite estúpido, una cárcel impenetrable… causante de mis desidias y confusiones…
Te amo porque solo así he sentido su cuerpo vibrando, el aliento que me lleno de dulce tantas noches cuando desee que el Sol jamás se presentara para dar pie a un día mas, en el que tendrías que alejarte y regresar al vano mundo de los mortales.


Luz futura que te apagas, dame el ultimo rayo para no quebrar mi alma de nuevo, haz que ella vuelva, aunque sea por solo una noche eterna, donde el maravilloso juego de lo terrenal cobre vida y se transforme en la ultima danza de dos criaturas enamoradas.

Vida mía, miénteme solo una vez mas, amarra el lazo del cinismo en mi corazón lastimado, míralo sangrar y acaricia mi pecho agonizante, tienes solo una oportunidad de regresar a la escena del crimen para terminar tu trabajo. Hazme doler con el hermoso tiro de gracia, termina esta vez… Culmina tu crimen maestro y llévate mi amor como trofeo. Presúmelo a todos esos fantasmas ciegos que se regodean en orgías sucias de música y cerveza.
Bebe mi sangre que emana como fuente labrada por algún escultor desquiciado, hazlo ahora, mañana te podrás ir… y yo lograre descansar sin el peso de mi amor rechazado y violentado.